So Simp [Yandere! Uchiha Obito] - Chapter 107 - Elsren (2024)

Chapter Text

Jin mira el brillante sol con sus propios ojos y queda deslumbrada, siente la brisa del aire acariciar su rostro suavemente con una pizca de travesura y el cántico de los pájaros deleita sus oídos en una sinfonía sincronizada con los susurros de la naturaleza. Jin mira el verdor exuberante y exquisitos de los pastos perfectamente recortados, las brillantes y juguetonas flores que la saludan al son del viento, la vida es bella y hermosa.

Sintiendo una extraña paz y una emoción sin precedentes, si pudiera, Jin correría hacia el precioso campo de flores frente a ella y lloraría lágrimas de felicidad por tan hermosa sensación, ¡Por fin obtuvo su libertad después de una semana completa!

Lo único que le impide disfrutar del todo es el dolor punzante en sus caderas y la incómoda sensación de algo deslizándose de entre sus muslos -Si, nuevamente lo hicieron apenas despertar-. Cielos, Obito realmente estaba emocionado con la idea de tener bebés, incluso si ahora no tiene que “romper” el obstáculo para llegar a su meta, sigue siendo muy energético.

Al menos no la folló durante toda la mañana.

Aferrándose al brazo de su esposo -porque sus piernas están temblorosas y sus muslos arden ligeramente-, Jin caminó lentamente apoyando todo su peso en el guapo y fuerte hombre que la puso en esta situación, cielos, ¡Si alguien le hubiera dicho antes que su dulce Obito se convertiría en esta bestia en la cama, Jin sin duda alguna se hubiera reído y burlado del bastardo hasta la muerte! ¿Cómo su dulce, inocente y torpe Obito podría tener un lado tan salvaje? ¡Imposible! Ahora solo debía tragarse sus quejas con patatas y ser una esposa obediente y satisfacer a su marido…

Bueno, no es tan así, aunque adora satisfacer a Obito y ver su rostro de felicidad, no es que no disfrutase ser deseada de una manera tan intensa -Jin siente que puede o no haber algo mal en su cabeza, ¿Cómo es posible que se sintiera tan feliz de que tiene un esposo yandere? Él deja en claro su obsesión por ella en ciertas circunstancias, lo que debería darle miedo, pero en vez de eso la excita, ¡Seguramente tiene algo mal en la cabeza!-. Obito realmente era muy bueno en lo que hacía, sus ansias de complacer eran más fuertes que sus propias ganas de complacerse a sí mismo, ¡El único problemita, era que la sobre estimulaba demasiado!

Con la trampa llamada Sharingan, Obito simplemente memorizaría sin problema todas las cosas que la harían derretir y luego la convertiría en un charco debajo de sus habilidosas manos y sus fuertes caderas.

Jin solo podía morder la bala porque este es el hombre que eligió como su pareja, marido y padre de sus hijos -¡Y no se arrepentía, incluso si quedaría algún día de estos en silla de ruedas! Hum, si Guy, el adicto al entrenamiento, pudo sobrevivir a estar en silla de ruedas, ¿Por qué ella no? ¡Estaría con su esposo hasta que la muerte los separase!-

Aferrándose a Obito para no tropezarse -sus piernas seguían débiles a pesar de que su resistencia como shinobi era bastante alta al igual que su tiempo de recuperación era considerablemente más corto que el de un civil-, Jin sintió sus mejillas enrojecerse tenuemente ante el desliz de sus pies. Se le acaba de ocurrir una idea y no sabe si es brillante o muy estúpida, ¿Y si usase un clon de sombra para que tomase el relevo por ella? De ese modo podría respirar un poco y su precioso esposo podría divertirse totalmente.

¿Obito disfrutaría realmente tener a dos de su esposa a cada lado?

Con las mejillas ardiendo de vergüenza, Jin mira de reojo a Obito, el cual tiene su entera atención en ella, mientras la mira con esos dulces y amorosos ojos que le indican que lo único que le importa en este mundo es ella, lo que la hace apartar la mirada avergonzada por la intensidad de su mirada, Obito suelta una risita divertida y enternecida ante la ternura de su linda esposa.

¡Hum! Tendría que pensar en algo más tarde, ¡Quizás incluso su cuerpo se acostumbre con el tiempo a ese nivel de actividad y no esté luchando como ahora! De lo contrario… ¡Siempre tiene sus sellos para apoyarla! ¿Qué sería hacer un sello de resistencia para ella? ¡Nada! Como orgullosa maestra de sellos, podría ser comparada con una Uzumaki de sangre pura que entrenó desde su infancia con los sellos, ¡Pero que no tiene el cuerpo bestial de los Uzumaki!

En este momento Jin está muy envidiosa con los cuerpos fuertes y robustos de los Senjus y los Uzumakis, ¡Incluso de los cuerpos de las mujeres Uchiha, que pueden resistir naturalmente la pasión reprimida de sus esposos! Ella solo tiene un cuerpo más fuerte de la media gracias a sus sellos y entrenamientos locos impulsados por más sellos, ¡Pero aun así no es rival para la pasión de su hombre!.

A este paso, Jin siente que tendrá que volver a entrenar con Guy… ¡Si es que su esposo Yandere no se pone celoso de ello! Cielos, su vida matrimonial empezó dura… ¡Pero no importa! A ella le gustan los desafíos y va a domar a su esposo.

Obito miró enternecido a su esposa estar tan feliz mientras salían a un ligero paseo por las explanadas de flores frente a ellos, era un lugar hermoso, lleno de vegetación, un aroma suave atrayente casi hipnótico en conjunto con los suaves sonidos de las danzas de las flores.

Pero nada podía comprarse a su preciosa esposa enganchada en su brazo, maravillada fácilmente con cosas tan sencillas y simples de la vida.

Una sonrisa surcó los labios de Obito mientras miraba a Jin maravillarse con los paisajes y emocionarse mientras hacía una pequeña sesión de compras de recuerdos para sus seres queridos. Una risita escapó de sus labios mientras miraba a su amada esposa arrasar con los pequeños locales, parecía una esposa mimada y dominante comprando sin preocuparse en absoluto por el dinero.

Sonriéndole a la pequeña señorita que estaba comprando cosas inútiles por el placer de derrochar dinero, Obito simplemente la siguió enternecido por su dominante acto de despliegue de dinero.

Si no tuvieran sellos de almacenamiento, Obito teme que no podrían llevar tantas cosas como las que compraba su esposa, pero guardando sello de almacenamiento dentro de otro sello de almacenamiento, era bastante fácil llevar las cosas.

Bueno, si las cosas se complicaban, siempre tenía su espacio Kamui para llevar las cosas de su esposa, aunque no se hace responsable si es que se caen por los precipicios de los cubos de su dimensión de bolsillo.

Jin, para nada, estaba haciendo una sesión de compras para dejar pasar sus desaires, para nada.

Bueno, en realidad había algo excitante en gastar dinero y no tener que preocuparse porque se gaste, nunca supo lo refrescante que podría ser considerando que su vicio era estar encerrada en un laboratorio 24/7 con Orochimaru investigando mientras un escuadrón Anbu se cerciora cuidadosamente de que no destruyan el mundo por accidente.

Haha… Jin puede o no sentir pena por quienes los vigilan, en este punto, Orochimaru y ella se acostumbraron a estar vigilados por Anbus mientras hacen de las suyas, la única vez que no los vigilan es cuando van al baño y aun así lo consideran un gran riesgo, considerando que una vez accidentalmente pusieron en contacto un sello con agua, el cual no debería mojarse bajo ninguna circunstancia y puede o no que casi hubieran volado por los aires.

Jin piensa vagamente que quizás el turno de vigilancia Anbu más tenso es cuando los vigilan a Orochimaru, Kushina y ella… si es que no se les une Minato, por supuesto, después de todo, incluso ambos asesores del Hokage prácticamente arrastran al rubio fuera del laboratorio con excusas para que no se les una a su receta del caos y la destrucción.

Jiraiya no está incluido en sus investigaciones por el simple hecho de que… bueno, es un pervertido, Kushina y ella se niegan a que ese hombre tenga más recursos para espiar los baños de las mujeres… hablando de espías de baños… bueno, Jin se salvó de decir el jutsu secreto del tercer Hokage para espirar la casa de baños y ser posiblemente tachada como espía solo porque Orochimaru lo dijo antes, por lo que crearon un sello para bloquear la vista de ese horrible jutsu mirón.

Enserio, Orochimaru es un santo, ¿Cómo se transformó en ese villano escalofriante, asqueroso y pedófilo del canon nuevamente?

Su pobre cosita… ¡Jin nunca dejaría que su mejor compañero, amigo, aliado, hermano, se perdiese nuevamente en ese camino hacia la inmortalidad!

Bueno, no es que está extremadamente obsesionado con la inmortalidad, de hecho, ni siquiera le atrae tanto ahora, considerando que dice que no podría vivir sin la emoción de que su próximo experimento puede o no destruir el mundo en una explosión y matarlos a todos.

No sería divertido si no hay riesgos, ¿Verdad?

Aparte, Jin sabe que esa serpiente no quiere confesar que los quiere y necesita a todos, si hubiera alguien con quien se identificaría Jin, sería con Orochimaru: ambos son extremadamente dependientes de sus seres queridos, si alguno muriese, entrarían en una gran depresión.

Hum, Orochimaru canon seguramente experimentó tantas perdidas que al final se perdió a si mismo.

Jin sale de sus pensamientos cuando alguien la empuja y la hace caer, un gemido miserable escapa de sus labios sintiendo su pobre colita doler. Podría haber dicho que chocó con alguien, pero Jin estaba aferrada al brazo de Obito, así que más que chocar con alguien, seguramente chocaron intencionalmente con ella o algo así.

—¡Jin…! —Obito la mira preocupado y se agacha para observar su estado, palpando suavemente su cuerpo mientras sus ojos afligidos y preocupados la observan.

Jin se sonroja suavemente y se siente un poco tímida, ¡Su hombre es tan desvergonzado! Mira que toquetearla en público, tomando la mano de su hombre para levantarse, Jin nuevamente se aferra a su brazo con las mejillas ardiendo a la vez que oculta su rostro en el hombro de su querido esposo.

—¿Estás bien? ¿Te lastimaste? ¿Te duele algo? —pregunta Obito mirándola con preocupación, su entera atención en su preciosa esposa, la cual en un momento estaba aferrada a su brazo y al siguiente estaba en el suelo soltando unos cuantos gemidos de dolor.

—Estoy bien… —murmuró Jin con las mejillas sonrojadas.

—¡Oye! ¿No piensas disculparte? —una voz masculina e incluso matona llamó la atención de los esposos y signos de pregunta aparecieron sobre sus cabezas, la duda debe haberse reflejado mucho en sus rostros, porque solo lograron irritar aún más al matón random que se metió con ellos.

Jin miró confundida a ese hombre fornido que pedía unas disculpas, el signo de interrogación se hizo mucho más grande sobre su cabeza pensando en porqué ella tendría que disculparse si era menos de la mitad del gran mastodonte frente a ella, ¿Cómo podría lastimarlo cuando ni siquiera estaba prestando atención, tenía una linda ropa sin sellos de combate, era una enana a su lado y su fuerza de combate estaba en menos cero por culpa de su conejo esposo?

—¡Chocaste con mi novia y la heriste! ¿Cómo piensas remediar eso, eh? —el hombre habla bruscamente y muestra a una mujer hermosa.

Más signos de interrogación aparecen en la cabeza de los esposos, nuevamente, ¿Cómo un hombre… así, pudo juntarse con una belleza de tal calibre? Ambos esposos compartieron una mirada que lo decía todo y el hombre se puso rojo de ira al notar que esos dos ni siquiera intentaban ocultar sus rostros.

La hermosa mujer tenía pequeñas lágrimas en sus ojos mientras se tomaba el hombro delicada y frágilmente, casi parecía apunto de desmayarse del dolor… cuando claramente quien se cayó fue Jin.

—Si quieres puedo ver su herida, no sería una gran cosa curarla ya que sus órganos no están fuera —habló Jin mirando a la niña con tranquilidad y curiosidad, honestamente, su ninjutsu médico había evolucionado muchísimo en los últimos años, pero eso no quiera decir que sea la próxima venida de Tsunade o que le llegue a los pies a potencias terroríficas, monstruosas y legendarias como la nieta del primero, Sakura, Rin, Shizune, Orochimaru o Kabuto, no, ella era con orgullo al menos una jefa enfermera capacitada para operar.

Bueno, estaba rascando una jefa de enfermeras… ¡Porque en este mundo, incluso las enfermeras tienen que saber abrirte y operar! Los cirujanos de este mundo en realidad serían como maestros cirujanos que puede hacer prácticamente milagros al abrir a las personas, solo los mejores médicos pueden llamarse cirujanos, Tsunade y su séquito de genios médicos son otra cosa aparte.

Cielos, ahora que lo piensa, realmente explotan a los enfermeros de este mundo, ¿Eh? Ya no solo tienen que hacer las cosas básicas de un enfermero, sino que ser todo en uno…

Jin reza por todas esas pobres enfermeras mal pagadas para todo el abuso y trabajo que tienen que sufrir.

—¡¿Estás minimizando la herida de mi novia?! —exclamó el hombre rojo de ira, parecía un cerdo apunto de explotar.

—Nadie está minimizando nada, hombre, mi mujer solo está ofreciendo su ayuda como médico… —habló tranquilamente Obito.

Seamos honestos, ya habría matado al hombre por faltarle el respeto a Jin, pero solo estaba buscando la oportunidad para decirle a todo el mundo que Jin era su mujer -Obito estaba todo presuntuoso y orgulloso recalcando cuanto Jin era suya- y, por supuesto, de alguna manera u otra siempre terminaba metiendo en alguna conversación de que Jin era su mujer -pueden estar hablando de paltas y de repente el idiota dirigirá la atención a que Jin es su esposa, denle una habitación al pobre bastardo necesitado-.

¿Hace falta decir que Jin se derretía cada vez que lo escuchaba decirle su mujer? Por supuesto, como una buena esposa concienzuda, le devolvía en favor y entonces ambos terminaban derritiéndose en un charco de “mi esposa” y “mi esposo”.

-puede o no que los comerciantes solo los hayan tolerado por el dinero que estaba gasto Jin y puede o no que, si no fuera por la ridícula cantidad de dinero que estaba gastando, los hubieran echado a patadas y los hubieran vetado para siempre en la mayoría de los locales de esta localidad turística-.

Jin se sonrojó al escuchar a decir a Obito decirle su mujer, por lo que tímidamente se acurrucó contra el brazo de Obito con las mejillas sonrojadas.

—Mi esposo tiene razón, si ella se encuentra herida puedo ayudar a remediar el dolor —habló Jin suave y pasivamente.

Estaban en sus vacaciones como civiles, así que no podrían montar una gran escena o ejercer la carta de “somos shinobis, no se metan con nosotros”, de lo contrario, simplemente podrían patearle el trasero a este hombre que claramente estaba buscando pelea, o al menos intimidarlo con su título de “asesino certificado y permitido legalmente por este mundo retorcido y macabro”.

—¡Ja! ¡No engañas a nadie con que ese hombre es tu esposo, culo rico! Seguramente es tu guardaespaldas e intentas escapar de esta situación haciéndote pasar por una médico, ¡Que descaro tienen las personas ricas! ¡Intentando escapar tan desvergonzadamente sin dar una compensación adecuada a las víctimas!

—¡Oh~ querido, no pelees más por mí, solo fue un accidente…! —la mujer habló en un tono lamentable y lloroso, prácticamente desmayándose del dolor, pálida y sudorosa mientras se miraba como una mujer lamentable.

Las personas a su alrededor empezaron a susurrar y Jin suspiró mirando con lastima a estos dos pobres bastardos, ¿debería abrirles un teatro solo para ellos dos? ¡Parecen tan profesionales! Jin cree que tal vez le hubiera creído un poco si no fuese porque una belleza nivel reina miss universo estaba con el patán del barrio que se rasca los huevos mientras bebe cerveza y ve futbol maldiciendo a los jugadores por no ser lo suficientemente hábiles cuando ni siquiera puede levantarse del sillón.

Obito y Jin miran la escena en una versión chibibizada con una cara de “¿enserio?” en sus rostros mientras esos dos siguen tirándoles mierda y la gente susurrando cosas aún más escandalosas mientras los miran con ojos sucios.

Incluso en algún momento pareciera como si la miss universo de lágrimas se rasgó parte del vestido revelando parte de su sonrosado y níveo hombro limpio, parecía toda una belleza ultrajada e intimidada por ellos, Obito y Jin compartieron miradas y suspiraron a la vez.

Obito no sabía si debería matarlos ahora -sus manos realmente mataban por matarlos, ¿Podía matarlos ahora? ¿Jin se molestaría si hiciera un asesinato público? ¿Jin se enojaría con él por ser impulsivo y matarlos? Obito realmente quiere matarlos por difamar a su preciosa esposa- o si debería pedirle a Jin que cocinara unas palomitas para continuar viendo el desarrollo de este drama -si siguen desarrollando el drama, ¿Podrían enojar lo suficiente a Jin como para que le ordene matarlos? Obito estaría muy feliz de matarlos si su preciosa esposa se lo pide-.

La gente empezó a abuchearlos y cuchichear sobre ellos, despreciando en su habla a los ricos y los mejores posicionados, claramente exigiendo una compensación por las “heridas” de la mujer, la cual parecía volverse cada vez más ruidosa y exagerada mientras las demandas de dinero eran demasiado obvias.

Entonces, Jin decidió que les seguiría en juego.

Compartiendo una mirada con su esposo, Obito vio el brillo travieso de su adorable esposa, ese mismo que cuando niños significaban problemas para el pobre Sakumo-san y apenas reprimió una sonrisa.

Entonces, Jin, como todo un príncipe de los cuentos de hadas, se sacó el costoso y hermoso kimono que estaba usando como si fuese una típica chaqueta de tamaño grande de los típicos hombres robustos que cubren a las pequeñas damiselas lloronas y cubrió superficialmente a la mujer “desvalida” con su kimono, la cual miró con ojos débiles y llorosos, hasta que se fijó en sus brazos ligeramente musculosos y sus ojos se abrieron con incredulidad.

Jin no era precisamente la persona más inteligente del barrio, pero tampoco la más tonta, sabía perfectamente que incluso con su ropa de civil, debería traer otra ropa liviana debajo, por ende, llevaba su habitual top y pantalones cortos ceñidos debajo del lujoso kimono.

La mujer miró de arriba hacia abajo a Jin ahora realmente pálida y sudorosa, su compañero intimidante y con menos cerebro no noto que esta mujer no era una débil mujercita rica a la que creían que podrían estafar fácilmente con unas cuantas lágrimas y presión social.

Esta mujer… ¡Yoko comprendió inmediatamente que no era una presa fácil! ¡Acababan de morder más de lo que podían comer! Cada uno de sus brazos, incluso si eran delgados, exhumaban un poder aterrador poder, como una mujer que ha estado desde su infancia en los barrios bajos, ¡Yoko sabía reconocer a las personas peligrosas de un solo vistazo! Si esta mujer pudo camuflarse como una débil chica rica con un intimidante guarda espaldas, ¡Significaba que estos dos eran ninjas!

¿Cómo un civil podría estafar ninjas? ¡Estaban muerto! ¡Serian carne molida!

Yoko se puso verde, la mujer la miraba con calidez y dulzura, como una madre mirando a un niño particularmente indefenso al cual hay que proteger, ¡Eso era lo más aterrador! Yoko no la veía como una dulce mujer preocupada por su bienestar, no, no, ¡Veía en su mirada los ojos de alguien que la quería muerta y en trocitos!

Mientras Jin armaba todo un teatro, Obito silbó encantado mirando con atención como los músculos de la espalda de su dulce y preciosa esposa brillaban y se resaltaban con las luces y sombras del lugar. Jin era una mujer precavida, por supuesto, después de que Obito le diera como cajón que no cierta, obviamente se iba a intoxicar con sellos se curación para que los hematomas, mordeduras y chupetones se fueran.

Jin empezó a montar todo un espectáculo, las mareas cambiaron rápidamente y el hombre gritón y exigente parecía quedar como el villano que intenta interrumpir en una relación lésbica de dos mujeres hermosas. El rostro de Obito se puso negro mirando a su preciosa mujercita tan cerca de la otra chica, la cual pasó de estar en completa guardia con Jin a estar sonrojada y derritiéndose en sus brazos.

Jin era una persona a temer, puede que con hombres sea un asco coqueteando y haya reprobado la materia de seducción en la academia, ¡Pero eso no quiere decir que no supiera seducir mujeres! ¿Qué mujer no sabía lo que le gustaba a otra mujer? ¡Toda mujer, en especial en una época tan machista y feudalista quería ser escuchada y adorada, que sus lágrimas sean secadas y sentirse seguras y protegidas! Como civiles, sus vidas eran miserables y dependían de un hombre para mantenerse, ¡Pero ellos no las escuchaban! ¡Solo les exigían!

Sabiamente Jin empezó a entretejer una base lo suficientemente sólida en unos minutos para que la mujer se derrumbara y contara todas las penurias de su vida hasta que, entre lágrimas y lloros, admitió inconscientemente que estaba cooperando con el mastodonte para estafarlos.

Las personas que estaban conmovidas por la triste historia se enfadaron ante la descarada mujer y sus repulsivos actos, pero Jin calmó a la multitud y la dispersó hábilmente. Mirando a la chica sollozar indefensa y perdida en el suelo, aferrándose a su kimono, Jin le dio unas palmaditas y al final si le dio una cuantas moneas mientras se iba de vuelta con su esposo.

Originalmente iba a darles una paliza, pero al final decidió que no valía tanto la pena.

Solo eran víctimas de sus circunstancias, incluso el mastodonte no era precisamente malo, él fue salvado de traficantes de esclavos por la chica bella y decidió ser una herramienta para ella, por lo que ambos se unían para estafar a las personas, a veces fingían que él era un maleante que intimidaba a la belleza, otras su padre, su hermano, familiar, tío, esposo, etc.

Jin se tensó ligeramente sintiendo una ligera señal de alarma en su cabeza cuando Obito colocó una de sus manos en sus caderas y la acercó a él. Obito estaba siendo dulce y cariñoso como siempre, pero Jin sentía que había algo malo en su actitud, por lo que le dio un dulce beso en los labios para que sea lo que sea que lo molestase se borrara de su mente y continuaron con su juerga de compras.

Por supuesto, Jin se compró otro Kimono que Obito le sugirió.